Las viejas
Las
mujeres arrugadas
son
sabias pitonisas
que
miran de soslayo
ignoran
orgullosas el paso de los hombres
no
buscan sus miradas
ni
persiguen sus manos
caminan
concentradas en sus propios pasos
derechas
y firmes
no
agachan la cabeza
se
bastan a sí mismas
parece
que se ríen de las mujeres hermosas
y
sus pieles perfectas
como
sabiendo un secreto escondido
uno
que descubrieron al mirarse en el espejo
y
no en los ojos de los hombres.
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